Flotaban orgasmos bajo el sol ~

Hay personas que cuándo fracasan eligen dar un paso al costado, otras simplemente son obligadas por diferentes condiciones a abandonar sus sueños, y algunas tantas más jamás desisten a pesar de tener todo en su contra.

Pero hay otro tipo diferente de personas…

Los que ni siquiera lo intentan.

Sí, aquellos que se quedan en la comodidad de lo que tienen y no salen a pelear por algo que quieren tener.

Y me refiero a cualquier cosa eh; un trabajo, una casa, una persona que aman, un sueño secreto, lo que sea…

Mi pregunta a partir de este análisis es ¿Está bien salir a perseguir aquello que nos falta aunque tengamos todas las de perder?

Desde chiquitita siempre me dijeron que tenía que pelear por lo que quería conseguir, que no podía no intentar por miedo a perder, que tenía que tender a la autosuperación. Que si perdía no me podía rendir, no podía desistirQUE NO HABÍA SUEÑOS IMPOSIBLES-

¿No es quizás un poco ambicioso todo esto?

¿No es contradictorio que años después alguien te diga que tenés que dejar de maquinarte con eso que querés porque te va a hacer mal?

¿Dónde está el punto medio?

Alguna vez me dijeron que no me rinda, que lo intente, que me esfuerce por eso que quiero… (Y es claro que uno sufre más y más a medida que va intentando) pero cuándo te ven sufrir te piden que desistas, que es imposible, que es absurdo, que estás "OBSESIONADO".

A medida que vas creciendo te van mostrando otra realidad… Los que luchan por un sueño con todas sus fuerzas a menudo son tildados de “Obsesivos” ¿Y dónde queda todo eso que te venden en las películas, que te dicen tus papás cuándo sos chico?

La gente generalmente confunde al obsesivo con el que está encaprichado con cumplir su sueño.

El obsesivo lastima, daña. El obsesivo es el que se enceguece y es capaz de cometer cualquier locura con tal de cumplir lo que quiere.

El que pelea por un sueño y pone SU PROPIO empeño para lograr lo que quiere, NO ES UN OBSESIVO.

Y aunque le cueste demasiado esfuerzo jamás haría nada contraproducente para otros.

Todo esto surgió a partir de que alguien me contó que lo tildaron de “obsesivo” por ser detallista y exigente en su propio trabajo. Por haber estado entusiasmado con eso que quería conseguir, y haberle hablado a todos de sus expectativas y sus sueños.

Y me puse trasladarlo a otra gente en diferentes situaciones de la vida, y ví que a los que somos simplemente soñadores... a menudo nos confunden con obsesivos.